La atracción sexual en las mujeres es diferente a la forma en que la experimentan los hombres , quienes a veces veis la atracción un poco como “blanco o negro”, es decir: “Si ella no se siente atraída por mí, ya no va a haber atracción, porque eso: «se tiene o no se tiene.”
Cómo es la atracción sexual en las mujeres
Para nosotras, la atracción y la tensión sexual es algo que se va construyendo poco a poco, no es algo que vaya de cero a cien de forma automática, o que es algo que hay o no hay. No, no funciona así. En nosotras es algo que se va construyendo y generando poco a poco.
A veces, las mujeres podemos sentir atracción sexual por un hombre de forma instantánea cuando vemos a un hombre y nos imaginamos cómo es ese hombre, y eso nos genera atracción, pero lo que estamos haciendo es utilizar nuestra imaginación con lo que ese hombre proyecta, pero la mayoría de veces, lo que suele pasar, es que esa atracción se construye.
¿Cómo empezar a construirla?
Hay diferentes formas, pero de la que te voy a hablar ahora es la tensión sexual. La tensión sexual es algo que, inconscientemente, nos va acercando y ayudando a construir esa atracción.
Sin embargo, sin tensión sexual, puede existir intimidad emocional, de confianza, de contaros cosas… pero sin sexualidad. Aquí es cuando decimos que estamos en la zona de amigos.
La atracción sexual se puede ir construyendo en una mujer a través de tu comportamiento, de lo que dices, de lo que haces y de lo que siente cuando esta contigo.
Obviamente, también habrá mujeres que estén cero receptivas a ti, por el motivo que sea, o que estén cero receptivas en general porque ellas también traen sus mochilas emocionales, sus traumas, sus dolores, sus miedos y sus inseguridades.
Pero, estas situaciones escapan de tu control y no puedes hacer nada, porque no depende de ti. Ahora bien, una mujer que sí que está receptiva a ti, que sí que tiene una conexión emocional de intimidad contigo, también es probable que esté más receptiva a una intimidad más sensual.
Errores de los hombres con las mujeres (y cómo evitarlos)
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